Fiel a mi estilo, me tomé unos días libres antes de empezar a
estudiar de nuevo para los finales. Es que si no, mi cabeza iba a
explotar y no es la idea.
Así que, me dediqué a leer fanfiction por ahí (Drarry!!) y el viernes
se me ocurrió que tenía que ver alguna serie. Dio la casualidad que
estaban pasando por televisión la publicidad de una nueva, Revenge, así
que fui a buscarla ahí no más. Me encantó, me tenía totalmente atrapada.
Me gustó muchísimo que trataran el tema de la venganza y cómo termina
afectando a todo el mundo. Cómo destruye vidas. Lo pensaba y me
preguntaba, ¿sería capaz de hacer algo así? Puedo ser vengativa, pero no
creo poder llegar nunca al nivel de arruinar vidas como lo hace nuestra
protagonista, mucho menos con tanta frialdad. Pero hay gente así, eso
lo sabemos todos. Gente que arma todo un plan para vengarse.
Como el tipo ese que prendió fuego un geríatrico porque a su mujer no le pagaban.
Es que en el mundo hay de todo. Y, guste o no, la venganza ha sido un
factor muy importante en cuanto guerras se trata. Es parte de la
violencia, y la violencia es algo inherente del hombre. En algunas
culturas, cuando un miembro de una comunidad cometía un agravio contra
un miembro de otra comunidad (por ejemplo, el asesinato), esta persona
tenía que recibir la muerte por parte de la comunidad agravada, porque
sí no iba a generar conflictos aún más grandes entre ambas comunidades,
seguramente terminando en masacre.
Pero no toda venganza va de la mano de esta violencia física. Incluso
destrozar un negocio es un tipo de venganza terrible. ¿Es que dejar en
la calle a una familia entera logrará saldar esa “deuda” que se cree
tener?
Es triste, ¿qué más puedo decir? Y peor, es tener que estudiarla. A
veces prefiero ni siquiera ponerme a pensar demasiado y verlo tan solo
como hechos históricos y aprenderlos de esa manera. Todo sería más fácil
si simplemente no hay sentimientos involucrados en el medio.
Tal como dijo Gandhi: “ojo por ojo y el mundo acabará ciego”
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